A nadie le gusta discutir ni tener conflictos. Y más si se trata de tenerlos con personas que queremos o apreciamos. Este tipo de situaciones nos hacen sentir incómodos y nos generan una sensación de ansiedad o estrés que la mayoría de veces pueden ser evitadas. Hoy te contamos algunos ejemplos de conflictos comunes y soluciones para tenerlos identificados y saber actuar o anticiparse ante ellos.
Ejemplos de conflictos y soluciones: los 9 tipos más comunes
Existen muchos, muchísimos ejemplos de conflictos que podrían acabar siendo una discusión. Política, religión, costumbres, manías… Pero lo cierto es que algunos son más habituales que otros. Lo primero que tenemos que aprender es a identificarlos, una vez hecho esto, será importante detectar qué factores están actuando antes de establecer una solución.
Conflictos derivados del poder
Adquirir un rol en la sociedad es algo natural. Esto hace que, en ocasiones, se desencadene una desigualdad de poder y que una o más personas sientan que están siendo infravaloradas u oprimidas por otras. Este es uno de los ejemplos de conflictos más comunes en el mundo laboral.
Situaciones como que las condiciones de una empresa sean precarias o un abuso de poder por parte de miembros en roles superiores a otros pueden hacer que las personas sientan una sensación de desventaja y finalmente, generar un conflicto.
Conflictos reales
Suelen ser uno de los ejemplos de conflictos más objetivos que existen. Se dan cuando un problema ocurre y se percibe igual por las partes implicadas en el mismo y por personas ajenas a él. Normalmente se tienden a solucionar haciendo un análisis detallado del problema y viendo qué modificaciones necesitamos llevar a cabo para evitar este choque.
Conflictos imaginarios
Falta de información, ausencia de detalles, ocultación de la verdad, etc. A este tipo de ejemplos de conflictos podríamos resumirlos como “malentendidos” y suelen resolverse con comunicación o cuando esta falta de información sale a la luz y llega a las personas implicadas..
Conflictos inventados
Este tipo de conflicto tiene un responsable: la persona que se ha inventado el problema. Este tipo dentro de los ejemplos de conflictos es muy común en procesos de manipulación y se trata de inventar informaciones que no existen para generar discusiones o para que la otra persona acabe haciendo lo que “el inventor” quiere. Es complicado, pero la resolución de este tipo de conflictos pasa por descubrir esa farsa y destapar la mentira.
Conflictos interpersonales e intrapersonales
Hay que diferenciar también entre estos dos ejemplos de conflictos: interpersonales e intrapersonales.
Los interpersonales son los conflictos más habituales y engloban a más de una persona. Es decir, aquí tendríamos agrupados aquellos conflictos que se dan cuando nuestra opinión y/o objetivos difieren de los de otra persona.
Por otro lado, los intrapersonales son conflictos que solo nos involucran a nosotros mismos. Es decir, es un tipo de conflicto que se da cuando nuestra forma de pensar y nuestra forma de actuar no están en consonancia. Un ejemplo sería aquel padre que bebe predicando que es malo beber a sus hijos. Su pensamiento es firme y de verdad cree que ese es el camino erróneo, pero su adicción no le deja actuar como su cabeza cree que es correcto.

Conflictos de grupo
Cuando el problema se da entre más de dos personas, surge el conflicto grupal. Algunos ejemplos de conflictos grupales podrían ser las disputas entre miembros de una misma empresa (conflicto intragrupal) o por ejemplo, una discusión creada entre miembros pertenecientes a empresas competencia (conflicto intergrupal).
Conflictos relacionales
En ocasiones algunos ejemplos de conflictos se solapan con otros, como es el caso de los relacionales. Este tipo de conflicto ocurre cuando el problema se da entre personas que tienen algún vínculo social, como, por ejemplo, entre un hijo y una madre, entre dos hermanos e incluso, los que desencadenan problemas de pareja. Llegados a este punto, la comunicación y la empatía será vital para poder solucionarlo.
Conflictos de intereses
Este conflicto se explica claramente con el ejemplo de los llamados “enchufados”. Por ejemplo, imagina que existe una necesidad de construir un nuevo edificio de oficinas. Desde la oficina central se decide que la empresa que llevará a cabo la construcción, pese a no haber realizado nunca este tipo de edificaciones, será un conocido o familiar del alcalde. En este, el conflicto de intereses se da cuando se utiliza la causa (construir un nuevo edificio) para obtener un beneficio secundario (que el dinero se quede en su familia, por ejemplo.)
Conflictos éticos
Aquí entran en juego los valores morales de una o varias personas. Este es otro de los ejemplos de conflictos que también pueden solaparse como otros como los intrapersonales, los interpersonales o los grupales. Es muy importante valorar este tipo de situaciones con cuidado porque normalmente están envueltos de aspectos emocionales para los implicados.
Soluciones a los tipos de conflicto más comunes
El conflicto podríamos resumirlo como una diferencia entre una, dos o más personas. Normalmente cuando existe alguno de los ejemplos de conflictos anteriormente mencionados, las personas tienden a actuar de dos maneras: enfrentándolo como si fuese una competición o acomodándose y dejando que la otra persona se “lleve la razón”. Y no, ninguna de las dos sería la correcta.
La solución pasaría por llegar a establecer un pacto en el que todos acuerden unos objetivos/beneficios compartidos. A veces esto puede implicar renunciar parcialmente a sus objetivos individuales iniciales o crear unos nuevos en común.
¿Y cómo? Utilizando mecanismos tan importantes como la comunicación, la empatía, la cooperación, entre otros.